lunes, 7 de mayo de 2007

Reforma Educacional Chilena: sentenciada a 20 años y un día.

“El concepto de reforma educativa agrupa múltiples expresiones orientadas al cambio, que en educación dan cuenta de una trasformación significativa del sistema educativo o de parte relevante del mismo, atendiendo a su mejoría, respecto de la situación inicial, que involucra la dimensión estructural, la histórica y la epistemológica” (Popkewitz, 2004). Al respecto, se debe asumir que la reforma toma esa intencionalidad, quiere generar cambios para responder a las necesidades presentes y futuras de los alumnos chilenos; mejorar en forma sustantiva la calidad de los aprendizajes de los estudiantes y la equidad de su distribución, ampliando las oportunidades educativas de los niños y jóvenes de los grupos más pobres. Para lograr dichos objetivos el gobierno implementa una serie de programas de mejoramiento referidos al que hacer docente, fortalecimiento de la formación docente, reforma curricular y la jornada escolar completa, invirtiendo y/o aumentando el gasto público en educación que hasta el 2003 llegó a 1900000 millones de pesos (TIMSS, 2003). "Este esfuerzo se construye sobre el objetivo explícito de proveer una educación escolar de alta caliadad para todos, donde alta calidad significa egresados con mayores capacidades de abstracción, de pensar en sistemas, de comunicarse y trabajar en equipo, de aprender a aprender, de juzgar y discernir moralmente en forma acorde con la complejidad del mundo que les tocó vivir" (Cox y González, 1997). Por lo visto los planes eran maravillosos y no están mal, el problema es que parece que la palabras se las llevó el viento y nada de lo que afirman los señores Cox y Gonzalez vemos hoy.
Actualmente, el panorama educativo es un poco alentador. La educación está en deuda con los jóvenes y pasando por una crisis cada vez más notoria debido a la acumulación de una serie de problemas: deficientes resultados en las pruebas Simce, PSU, Timss; la brecha entre establecimientos públicos y privados; los magros resultados de una evaluación docente que es blanda y que tardó años en ser instaurada; la resistencia del gremio de profesores y de la burocracia ministerial a los cambios; los eventuales abusos de algunos sostenedores de colegios subvencionados; la inadecuada gestión de los crecientes recursos que ha venido recibiendo el Ministerio; las fallas en el control de los programas de enseñanza básica y media, entre otros. Precisamente, como se afirma en una publicación del diario La Tercera, el sistema educacional chileno pareciera atravesar por lo que podría calificarse como una "crisis crónica" que nada ni nadie es capaz de detener de manera efectiva y decisiva. Una situación que se arrastra por años y de cuya existencia cada vez se acumula, a veces incluso de manera enervante, más pruebas.
Durante el juicio, Loreto (abogada defensora) compara la Reforma educativa con la ocasionada por Lutero y afirma que este cambio reformista educativo implica un proceso y se debe esperar para observar y generar cambios concretos en el área educación. Pero yo me pregunto ¿Cuánto tiempo más han de esperar los estudiantes chilenos para recibir la educación de calidad y equidad prometida por el gobierno hace 17 años desde que implementó esta reforma?. Por lo mismo no estoy de acuerdo con la analogía realizada, pues considero que la educación es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo cognitivo, afectivo, social de cada ser humano y no podemos esperar 20, 30, 40 años en ver resultados prósperos; debemos pensar en el futuro pero actuar hoy, antes que sea demasiado tarde.
¿Dónde está la calidad de los aprendizajes?, ¿Se ha logrado la equidad?. Es cosa de observar los diarios, internet, investigaciones, noticias, es más, a nuestro alrededor para darse cuenta que dichas preguntas se responden solas.
¿Con qué realidad educativa nos iremos a encontrar cuando ejerzamos como docentes?, ¿Sobre qué normas, leyes, reglamento, institución escolar nos iremos a encontrar?, los contextos educativos pueden ser distintos pero tendremos la misma base "La Reforma Educacional Chilena", punto de crítica y CULPABLE de la condición actual de la educación en nuestro país.